Yo conozco a varias personas que se atribuyen la idea original de crear la Senda del Oso; buena prueba del acierto que supuso, puesto que como es sabido, en éste país de pícaros suele ocurrir que todos se apuntan al éxito (caballo ganador) y nadie sabe nada de los fracasos.
Lo cierto es, que en el año 1995 se inauguró la Senda del Oso, con los auspicios del Gobierno Regional y la Mancomunidad de los cuatro Ayuntamientos que forman la comarca de los Valles del Oso. Y en un proceso de crecimiento constante y progresivo, aunque a mí siempre me pareció extremadamente lento, fue transformando paulatinamente la Comarca, e incluso la conciencia de sus habitantes (no hace tanto tiempo, que cualquier oso era considerado por todos, como un enemigo a abatir, a causa de los daños que ocasionaba a los intereses del vecindario) hasta la situación actual; donde se vuelven abrir negocios que generan nuevamente empleo y, que vista con cierta perspectiva ya cuesta trabajo reconocer la situación anterior. Algo muy similar a lo ocurrido en el vecino Concejo de Somiedo, cuando fue declarado Parque Natural.