Desde el momento de su inauguración se convirtió en todo un éxito de visitas, pues los fines de semana de la Primavera, Otoño e Invierno, se llena de gente principalmente asturiana y de las comunidades vecinas; Pero en Navidades, Semana S., los demás puentes del año y durante todo el verano, la inmensa mayoría de visitantes, son turistas de otras tierras, que como es lógico se alojan en la variadísima oferta de alojamientos rurales, que se han ido creando; y que tienen el denominador común en el buen gusto y la calidad. Hoteles rurales, casas de Aldea, compartidas o independientes, apartamentos rurales; que en su mayor parte proceden de la rehabilitación de distintos tipos de edificaciones, casonas, caseríos, palacios, casas de todo tipo; que en la mayoría de los casos estaban en estado ruinoso.
Durante los primeros años de la Senda del Oso, apenas se abrieron negocios, puesto que la cautela recomendaba asegurarse bien de no pecar de euforia y precipitación; pero una vez confirmada la evolución sostenida y, sobre todo en los últimos años, la apertura de establecimientos turísticos de todo tipo, ha sido enorme. Aunque parece ser, que con la crisis se haya producido cierto estancamiento en las inversiones; seguramente por temor a las consecuencias de los problemas económicos del país, aunque desde mi experiencia personal, no se ha frenado la llegada de clientes.
Los alojamientos tienen una ocupación media de unos 120 días/año, pero como es lógico depende absolutamente de la gestión de sus propietarios; hay muchos con ocupaciones que van de los 150 a los 180 días, y algunos con 220 y 250 días al año.
Asimismo, se ha multiplicado el número de restaurantes y bares de todo tipo, que surgen ante la demanda permanente de comidas y entretenimiento.
Se multiplicaron también las tiendas y obradores de productos artesanos, tiendas de recuerdos y regalos, empresas de actividades de todo tipo, aunque especialmente de alquiler de bicicletas, etc.
El resultado son más de 180 establecimientos turísticos, con 1024 plazas de alojamiento y 981 plazas de restaurante. Que quizás puedan parecer pocos, comparándolo con otras zonas turísticas de España, donde el turismo es la industria que más ingresos genera, pero para nosotros es muy importante, si se tienen en cuenta dos factores ya mencionados; que la población censada es de 4.427 personas, de las cuales más del 50% superan los 65 años, y que hace tan sólo 24 años no había más que 20 plazas hoteleras.
La consecuencia es evidente, se han generado un buen número de nuevos empleos fijos y otros muchos temporales y, se han multiplicado los ingresos. Y aunque las aportaciones de las pensiones de la S. Social sigan teniendo muchísima importancia, ahora por los menos queda alguna alternativa económica, cuando nuestros mayores dejen de percibir sus pensiones por razones obvias.