¿Alguna vez has soñado con perderte en un rincón verde, donde la historia y la naturaleza se entrelazan en un abrazo eterno? Entonces, ¡la Senda del Oso te está llamando! Situada en el corazón de Asturias, esta ruta es mucho más que un simple camino por el que andar o ir en bici.
Es una ventana al pasado, un tributo a la naturaleza y una verdadera joya para los amantes del arte y la cultura. Pero, ¿qué hace que esta senda sea tan especial? Acompáñame en este recorrido y descubre algunas de sus curiosidades más fascinantes que seguro no sabías.
1. El recorrido es una antigua Vía de Tren Minero
La Senda del Oso no siempre fue el refugio natural que es hoy. Antiguamente, este camino servía como vía férrea para el transporte de carbón desde las profundidades de las minas asturianas hasta la costa, conectando el trabajo minero con el latido industrial del país.
Con el paso de los años, y el declive de la minería en la región, este ferrocarril minero de los Valles del Oso fue abandonado. Pero en lugar de quedar en el olvido, se transformó en una de las rutas turísticas más singulares de España para ir en bicicleta o hacer senderismo.
Al recorrerla, es imposible no sentir la resonancia de las historias que guardan sus raíles y la magia que envuelve cada kilómetro.
2. ¿Por qué se llama Senda del Oso?
Y te preguntarás, ¿por qué si es una antigua vía de tren, su nombre es Ruta o Senda del Oso? Curioso, ¿verdad? En 1996, se decidió darle vida a este nombre al establecer un cercado osero en el monte Fernanchín.
Pero no fue un capricho, se hizo con un propósito muy especial: la conservación de dos osas, Paca y Tola. Estas dos ejemplares de oso pardo eran huérfanas cuando se rescataron y, desde entonces, se convirtieron en símbolos de la senda y de los esfuerzos de conservación en la región.
3. El Gran Tesoro de la Senda del Oso
No solo Paca y Tola son las estrellas de esta senda, también comparten su hábitat natural con los osos Furaco y Molina a los que podrás ver con paciencia y sigilo. Además, en honor a la especie y el orgullo de albergar una familia de las pocas que quedan en España de osos pardos, a lo largo de la ruta, te encontrarás con varias estatuas conocidas como “Oso Huella”.
Estas imponentes figuras, fabricadas en fibra de vidrio y bellamente decoradas por artistas locales, convierten el camino en una auténtica galería de arte al aire libre. Cada oso cuenta una historia, refleja una emoción o simplemente adorna el paisaje con un toque creativo y colorido.
Sin duda, estas obras añaden un matiz artístico y cultural al entorno natural, convirtiendo la senda en una experiencia multisensorial.
Así que, si eres amante de la historia, del arte o simplemente de la naturaleza, la Senda del Oso y todas sus excentricidades te están esperando con los brazos abiertos. Y esto es solo el principio, ¡sigamos viendo otras de las muchas curiosidades de la Senda del Oso!
4. Proyecto de Conservación
La Senda del Oso no es solamente un espacio de disfrute para los amantes de la naturaleza, el deporte y el aire libre. Va mucho más allá de ser un simple sendero ciclista o un atractivo turístico para los viajeros.
En sus raíces, y a lo largo de sus senderos serpenteantes, se esconde un propósito mucho más profundo: la conservación del entorno.
Este proyecto tiene como misión principal proteger y preservar la rica biodiversidad de la región. Uno de sus protagonistas más emblemáticos son, sin duda, los osos pardos cantábricos. Esta especie, que antaño pobló con fuerza los bosques del norte de España, enfrenta hoy el riesgo de la extinción.
Gracias a iniciativas como la Senda del Oso, se está trabajando arduamente para garantizar su supervivencia, ofreciendo un hábitat seguro y promoviendo la conciencia ambiental entre los visitantes.
5. Fauna y Flora
La Ruta del Oso es un verdadero paraíso natural en su estado más puro. Al recorrer sus caminos, te sumergirás en un mundo donde la fauna y la flora forman una biodiversidad única de la Senda del Oso que conviven en perfecta armonía y en abundancia.
Algunos de los animales más curiosos que podrás observar son aves como el agateador europeo, trepador azul, alimoches, garzas reales, mirlo acuático, martín pescador, y muchos más, deslizándose entre las ramas de los árboles.
En los días más húmedos, es posible encontrarse con anfibios como el tritón jaspeado o la salamandra rabilarga, que se asoman tímidamente entre las rocas y los charcos. Aunque no acaba aquí, hay muchos animales más en la Senda del Oso como zorros, jabalíes, nutrias, salmones, ardillas, corzos, etc.
Y, por supuesto, la flora no se queda atrás. Desde helechos majestuosos, orquídeas silvestres hasta árboles de un sin fin de variedades: palmeras, naranjos, encinas, robles, abedules… Una vegetación asombrosa que crea un mosaico de colores y texturas en cada rincón.
No importa si eres un apasionado de la ornitología, un botánico en ciernes o simplemente alguien que busca respirar aire fresco y puro, la Senda del Oso tiene algo especial y miles de curiosidades reservadas para ti. ¡Y lo mejor es que aún hay más por descubrir!
6. Huella Prehistórica
Cuando caminas por la Senda del Oso, no solo estás pisando senderos llenos de naturaleza y belleza, sino también tierras que han sido testigo del paso del tiempo. Uno de los grandes secretos y curiosidades que guarda la senda es su conexión con tiempos prehistóricos.
Cerca de la ruta, se encuentra la Cueva de Huerta, una cápsula del tiempo que alberga pinturas rupestres, testigos mudos de las primeras civilizaciones que habitaron la región.
Estas pinturas, plasmadas con pasión y destreza, muestran escenas cotidianas, animales y símbolos que nos permiten viajar miles de años atrás y conectar con nuestros ancestros. Sin duda, este rincón arqueológico resalta la importancia histórica y cultural de la zona.
7. Puentes antiguos, Desfiladeros y Túneles
La aventura en la Senda del Oso no termina aquí. A medida que avanzas, te toparás con maravillas arquitectónicas que desafían el paso del tiempo. Una de las joyas más brillantes es el Puente colgante de Caleao. Al cruzarlo, sentirás una emoción indescriptible mientras el río Nalón murmura bajo tus pies y los paisajes montañosos se despliegan ante tus ojos.
Pero este no es el único puente que encontrarás. Durante el recorrido, diversos puentes antiguos salpican el paisaje. Algunos de ellos, incluso, datan de épocas romanas, sirviendo como testimonio de la rica historia y la infraestructura que una vez floreció en la región.
Estas construcciones, con su robustez y encanto, nos cuentan historias de comercio, comunicación y evolución que forjaron la identidad de Asturias.
Vive en persona las Curiosidades de la Senda del Oso
Y ahora, después de haberte llevado de la mano a través de las maravillas y curiosidades de la Senda del Oso, solo queda una cosa por decir: ¿Estás listo para vivirlo en primera persona? No esperes más. Empaca tu mochila, calza tus botas y ven a descubrir por ti mismo cada secreto, cada rincón y cada emoción que la Ruta tiene para ti.
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